Aunque el olfato es el sentido más desarrollado en el perro, curiosamente es el menos utilizado en la mayoría de adiestramientos convencionales o terapias de modificación de conducta. Debe tenerse en cuenta que es el primer sentido que desarrolla el cachorro, y ello nos da una idea de su importancia.Para conseguir un perro equilibrado tan necesario es el ejercicio físico como el mental. Es cierto que la obediencia contribuye al desarrollo cognitivo del perro, pero si además utilizamos ejercicios de olfato este desarrollo será mucho más completo.Cualquier ejercicio de olfato, por sencillo que sea, precisa de un mínimo de concentración y relajación por parte del perro, y es por ello que lo utilizamos, en mayor o menor medida, en todos nuestros adiestramientos y modificaciones de conducta.
Utilizar como herramienta complementaria tareas de olfato en terapias de corrección de conducta ayuda en la mejora de innumerables aspectos. Entre otros, actúa como liberador de estrés y fomenta el auto–control.En estos ejercicios el guía pasa a un segundo plano, ya que la base del trabajo la realiza el perro; con esto conseguimos fomentar su independencia. Son ejercicios muy útiles, incluso se utilizan en terapias de ansiedad por separación.Olfatear es una conducta innata en el perro y es por ello que disfrutan haciéndolo. Esto hace que las tareas de olfateo sean útiles también en casos en los que el perro tiene miedo a los nuevos entornos.
El hecho de que sea un ejercicio agradable que no requiere esfuerzo físico hace que sea ideal su uso en perros mayores, ya que aporta un complemento lúdico y en consecuencia mayor calidad de vida. Se trata de aportar una nota de color en sus tranquilas vidas, enriqueciendo su ambiente de olores y tareas sencillas en las que sí puede participar alegremente, ejercitando su mente y contribuyendo a luchar contra el deterioro cognitivo de la edad.Para que la vida del perro doméstico sea lo más natural posible deben cubrirse todas sus necesidades físicas y mentales. A menudo, al olfato no se le da la importancia que se merece, y debe tenerse en cuenta para poder comprender la conducta canina en su totalidad.