- La conducta agresiva hacia monopatines y bicicletas se está convirtiendo en una consulta muy habitual en Barcelona.
- Corregir o prevenir ésta conducta en edad temprana es relativamente sencillo realizando ejercicio que focalicen la atención del perro hacia nosotros.
- Deben evitarse ejercicios de contención que dejen focalizar la atención del perro hacia el estímulo que le hace reaccionar.
Últimamente estamos recibiendo muchas consultas sobre éste tipo de problemática. Viene siendo habitual que en una ciudad como Barcelona nos encontramos con muchos perros que muestran algún tipo de reacción (aparentemente agresiva) hacia bicicletas o monopatines, debido al aumento de la presencia de éstos en la ciudad.
El hecho de que el perro no haya tenido una buena socialización en la ciudad, o que no haya sido acostumbrado a la presencia de bicicletas o monopatines de manera adecuada puede ser una causa que provoque una respuesta reactiva en el perro.
Por nuestra experiencia, habitualmente las razas más propensas a mostrar conductas aparentemente agresivas hacia éste tipo de estímulos suelen ser perros de tipo pastor (border collie, pastor belga, pastor alemán) o perros muy activos de pequeño tamaño (westie, jack russell), aunque éste comportamiento puede ser adquirido por cualquier perro independientemente de su raza.
La conducta de agresividad, ladrido o miedo hacia monopatines, patinetes o bicicletas suele mostrarse en edad temprana, siendo el perro un cachorro. De hecho, puede corregirse con relativa facilidad cuando aún no es adulto. Debe actuarse lo antes posible para corregirla ya que éste tipo de conductas no suelen remitir por ellas mismas, sino todo lo contrario.
Los monopatines suelen ser los que provocan más reacciones en los perros, debido a que, además de moverse a gran velocidad, emiten mucho ruido. Por ello, lo que muchas veces empieza siendo una reactividad hacia los monopatines acaba generalizándose a elementos que a vista del perro son similares, como bicicletas e incluso motocicletas y ciclomotores.
Éste tipo de conductas no son fáciles de corregir cuando el perro ya es adulto, y a menudo necesitan de un profesional para poder eliminarse.
Es recomendable usar un premio para desfocalizar la atención del estímulo que provoca la reacción en el perro.
En edad temprana puede enseñarse al cachorro a positivizar la presencia de monopatines o bicicletas, desfocalizando la atención del estímulo, y focalizando su atención en el premio cada vez que preveamos que va a haber un monopatín acercándose.
Debe evitarse dar órdenes estáticas al perro (sentado, por ejemplo) que le permitan seguir focalizando su atención hacia el estímulo, ya que de ésta manera sólo conseguiremos que contenga su impulso de reaccionar ante el monopatín, pero no solucionaremos el problema en sí. Lo ideal es dar una orden dinámica al perro que no le permita desfocalizar su atención del premio, para que el estímulo (bicicleta o monopatín) pase a un segundo plano.
Si el perro no es capaz de ignorar el estímulo debe trabajarse su capacidad de concentración, hasta que sea capaz de ignorarlo, graduando la distancia sobre el monopatín o bicicleta de manera paulatina.
Uno de los errores más frecuentes es hacer el ejercicio sólo cuando se muestra el estímulo, provocando en el perro una asociación del ejercicio con la presencia del estímulo, lo que provoca que el perro en lugar de atender al premio mire a su alrededor buscando el elemento que se acerca. Para evitar ésto es imprescindible realizar el ejercicio también en ausencia de estímulo, intentando conservar una proporción mayor de veces que se realiza el ejercicio en ausencia de estímulos.