Cuando llega un cachorro a casa todo son novedades, y muchas veces no sólo para él. Cada cachorro tiene su propio carácter, y por ello es muy complicado generalizar pautas universales que valgan para todos.
Hay pautas muy básicas sobre como actuar en casos en los que el perro tiene miedo o inseguridades: consisten en evitar sobreprotegerlo y evitar reforzar la conducta de miedo: no acariciar al perro mientras tiene miedo es fundamental para no aumentar aún más el problema.
Hace unos días Jose Luís me hacía una consulta sobre su cachorrita Audrey. Ello me ha hecho decidirme a escribir éste artículo, con el fin de ayudar a más gente con problemas como el suyo. Audrey es una cachorrita de Staffordshire Bull Terrier que tiene miedo “al ritual” de salir la calle. Una vez que Audrey está en la calle es una perra feliz y contenta, pero le aterroriza la correa y se esconde cuando la ve.
Es muy normal que los cachorros sientan miedo en sus primeras salidas a la calle. Actuar de manera correcta nos facilitará su socialización.
A veces en las primeras salidas a la calle el cachorro muestra miedo, e incluso ya durante el ritual de salida de casa, es decir, cuando ve que vamos a colocarle el arnés o la correa.
Vamos a diferenciar dos casos algo distintos: por un lado un cachorro que durante el paseo tiene miedo, y por el otro un cachorro que sólo tiene miedo al ritual de ponerle la correa pero en la calle no muestra conductas de miedo preocupantes (éste es el caso de Audrey).
Vamos con el primer caso, y el más habitual en cachorros: el cachorro tiene miedo a salir a la calle. Son sus primeras salidas, y no sabe aún como gestionar el miedo.
En alguna ocasión bajar con un juguete a la calle puede ayudar. Solo hasta que se acostumbre a bajar contento.
Mucha gente cree que haciendo salidas ultra largas conseguirá que el cachorro supere el miedo a salir a la calle. Ésta opción suele ser contraproducente.
Normalizar el hecho de salir a la calle puede ayudar mucho a tu cachorro miedoso: imagina que saliéramos de casa con él una sóla vez al dia (aunque fuera una salida de 8h): para el cachorro el simple hecho de salir de casa se convertiría en “el gran evento del dia”, proporcionando aún más relevancia al hecho de salir de casa, puesto que no es algo que se repita muchas veces en un mismo dia. Por el contrario, si repetimos varias salidas al día (5 o 6), aunque sean de tiempo reducido, pronto para el perro el ritual de salida se convertirá en algo muy habitual.
En alguna ocasión bajar con un juguete a la calle puede ayudar. Solo hasta que se acostumbre a bajar contento.
El miedo a la correa
Es importante que 10 días antes de la primera salida del cachorro a la calle se empiece a trabajar con la correa en casa, con el fin de que se acostumbre a ella. De ésta manera reduciremos posibles interferencias en la socialización durante las primeras salidas a la calle.
En ocasiones el cachorro genera miedo únicamente entorno a alguna parte del “ritual” de salida (como en el caso de Audrey). Si tu cachorro sale corriendo o se esconde cuando ve la correa (pero luego en la calle está tan contento) entonces sólo debes “positivizar” el arnés y la correa.
Puedes hacer un ejercicio sencillo, asociando la correa a sensaciones positivas:
- Algunos cachorros se esconden cuando ven la correa y en cambio no muestran miedo una vez están en la calle.Pon la correa y proporciona una tarea sencilla y agradable a tu perro mientras la lleva puesta. Un Kong, ejercicios de olfato, órdenes muy simples (en éste caso siempre con premio) que no le supongan dificultad…
- Retira la correa antes de que finalice la tarea.
- Repite éste ejercicio más veces al día de las que el cachorro sale a la calle. Si tu cachorro sale 5 veces al día a la calle deberás repetir éste ejercicio 6 o 7 veces para asegurarte de que funcione.
Recuerda que la socialización es un proceso delicado en el que debes dejar que el cachorro explore el entorno por sí mismo, tratando de fomentar su seguridad y autonomía. Un perro muy sensible necesitará mayor esfuerzo por tu parte a la hora de seleccionar el perro y el entorno adecuado para socializarlo.
Evitar sobreexponer al cachorro a situaciones muy estresantes para él no significa evitar éstas situaciones, sino más bien saber espaciarlas en el tiempo para que tenga tiempo de asimilarlas como debe.