- Vichy, una perrita miedosa adoptada, corre libre por la montaña solo un año después de su adopción.
- Gracias al efecto manada, Vichy pudo finalmente sentir-se libre por un momento, después de tanto tiempo.
- Las terapias de perros miedosos y fóbicos requieren de mucho tiempo, paciencia y amor, y pasitos pequeños y firmes.
Vichy es una griffon de 4 añitos. Llegó al refugio con 3 años, donde estuvo apenas unos días y posteriormente fue llevada a una casa de acogida donde estuvo algo menos de un mes. Finalmente fue adoptada por unos amigos de Barcelona, y fue en ese momento cuando llegó a nuestras vidas esta pequeña y miedosa perrita.
Vichy, sonriendo
Nadie sabe qué fue lo que le ocurrió antes, lo que si sabemos son las consecuencias de su anterior vida. Los paseos eran una verdadera tortura, las peatones que se cruzaban con ella terribles monstruos; los coches, las motos, pelotas, palos… cualquier estimulo era suficiente para provocarle unos niveles de estrés y pánico tan grandes que en ocasiones se escapaba, y en otras se bloqueaba en medio de la carretera y no avanzaba. ¡Hasta su propia sombra parecía asustarla!
Algunas personas, al ver a Barbara y a Joan, los dueños de Vichy, parados de pie sin moverse en medio de la calle, durante rato, les preguntaban directamente – ¿de protectora verdad?- Es evidente…
“La rehabilitación no está siendo nada fácil, nos juntamos un total de 6 perros de diferentes razas, tamaños y sexos y decidimos arriesgarnos”
Vichy con Joan, su propietario
Vichy lleva aproximadamente con ellos algo menos de un año. La rehabilitación no está siendo nada fácil, es una tarea complicada que necesita de tiempo, dedicación y paciencia, mucha paciencia, que por suerte a Barbara y Joan no les falta. En este último año la habremos visto 3 o 4 veces, siempre con desconfianza al principio, aunque parece que esta es menos duradera cada vez. La evolución está siendo lenta pero firme.
El pasado día 12 de Enero de 2014, nos juntamos un total de 8 humanos y 6 perros de diferentes razas, tamaños y sexos, y sin duda alguna Vichy fue la protagonista principal.
Fuimos a La Molina en busca fallida de nieve, así que nos pusimos a andar por la montaña aprovechando el buen día. Después de un largo paseo relajante en grupo, decidimos soltarlos para que descargaran toda esa energía acumulada durante la semana y disfrutaran como solo las excursiones a la montaña con amigos permiten. Como Vichy tiene fama de escapista, sus dueños la llevaban con una correa larga de unos 5m y no se atrevían a soltarla, dado su historial.
“Para la sorpresa de todos, Vichy echó a correr hacia el resto de perros. Tenía una cara de felicidad extrema. Joan y Barbara no cabían en sí de la emoción”
Hubo un momento que llegamos a un rio congelado, donde los perros corrían, patinaban y se resbalaban animadísimos. Vichy se quedó mirando el frio suelo y hacía el intento de ir detrás del resto que jugaban libremente. Fue entonces cuando decidimos arriesgarnos y dejarla suelta unos minutos. Para la sorpresa de todos, Vichy echó a correr hacia el resto del grupo perruno, provocando una estampida rio a través. Tenía una cara de felicidad extrema, sonreía ampliamente, y los demás se alegraron enormemente de que se uniera a ellos y la buscaban para jugar y perseguirse.
Vichy disfrutando como una mas de la manada
Neula y Vichy persiguiendose en la nieve
Fueron unos instantes muy emotivos, verla correr feliz y despreocupada, sin miedo a nada, disfrutando como nunca habíamos visto en ese año que la conocemos. Fue algo que ninguno de nosotros esperaba, ya que unas horas antes no se nos acercaba prácticamente, con el recelo que la caracterizaba. No hubo ninguno de los 8 pares de ojos que no se humedeciera, y ningún labio que no dejara escapar una sonrisa… ¡perros incluidos! Joan y Barbara no cabían en sí de la emoción de ver a su perrita actuar con tanta normalidad, ¡que felicidad! Fue un día genial y un gran avance en la terapia para nuestra protagonista. ¡¡Estamos deseando organizar la siguiente para repetir!! Ella se lo merece.
“Hay que avanzar firmemente pero muy despacio para afianzar cada logro, antes de intentar el siguiente. Los otros perros pueden ayudarnos llegados a un punto determinado de la terapia.”
Como podemos vislumbrar con Vichy… en los casos de miedos y fobias, son necesarios mucho tiempo, amor y paciencia, toneladas de paciencia. Los avances son lentos, y pequeños, pero deben ser firmes y consistentes, ya que es muy difícil luchar contra aquello que uno teme y no entiende, y cualquier paso en falso o mala experiencia nos puede volver a llevar muy atrás, o volver el asunto irreversible. Así que hay que avanzar firmemente pero muy muy despacito, para afianzar cada logro, antes de intentar el siguiente.
Los otros perros, siempre que sean tranquilos y equilibrados, pueden ayudarnos llegados a un punto determinado de la terapia. Permiten que el perro miedoso vea cómo reaccionan los demás… “si ellos no le temen, quizás yo no debería”, además permite integrarse y camuflarse en el grupo, sintiendo la seguridad de estar arropado y protegido por los demás, y buscando y potenciando las relaciones sociales y el afecto entre ellos, como estímulos positivos, por encima de aquellos negativos que nos rodean, que van perdiendo relevancia.
Es por ello que os animamos a todos los que tengáis perros miedosos o fóbicos, en especial a los que son acogidos y de los que desconocemos los antecedentes, a que busquéis consejo profesional de un adiestrador, para que os ayuden y os pauten en estos pequeños pasos y objetivos a ir alcanzando, y para que os asesoren y os busquen manadas con las que socializar, llegado el momento.
Os dejamos un video que hizo nuestro amigo Félix de ese dia maravilloso: Salida perruna a la Molina
¡Esperamos que os guste!